Hasta hace relativamente poco jugaba a Voley. Era un deporte que nunca me había llamado la atención, la verdad, hasta que en segundo de la ESO, una amiga me animó a probarlo ya que no tenían jugadoras suficientes para montar un equipo y me gustó; hacia poco que había dejado el patinaje artístico y me apetecía continuar haciendo deporte, así que por probar, me apunté.
Y no fue complicado aprender, incluso me entusiasmaba ver lo rápido que avanzaba.
Poco a poco se fueron apuntando más chicas y conseguimos el equipo.
El primer año, fue un poco desastroso, pero como todos los que habían iniciado y tampoco había una diferencia muy notable. Pero el segundo año fuimos cogiendo carrerilla hasta quedar primeras y calificarnos para Territoriales, fue un año bueno; buena relación entre compañeras, buen espíritu de equipo, ganas de superación.
Pero como todo en esta vida no dura para siempre, la cosa se fue degradando: ya no había tiempo para los entrenos, porque les quitaba horas de salir, novios, peleas, envidia en el equipo, total, que después de mil follones y discusiones la cosa empezó a ir mal y ya no había ni comunicación ni ganas en el equipo, y así termino la cosa después de 5 años, que pese a todo yo lo recuerdo como una buena época en mi vida.
pd: En las fotos soy la que lleva el 9 (colocadora), y a su vez la del pantalón negro ( y no era por destacar, había perdido los blancos que encontré hará un par de meses entre pantalones en el armario).